03 junio 2007

La nueva resistencia

Lo digo siempre: es difícil tener veinte años en Italia. Terminada la adolescencia, terminada la sobreprotección de la mamma, los jóvenes italianos se encuentran a tener que elegir entre el trabajo precario y el consumo constante por un lado, o la adolescencia prolongada del estudio universitario, la carrera eterna y vivir con los padres mientras se aguante. Hagan lo que hagan, encontrarse entre ellos es siempre un problema: molestan, hacen ruido, gastan poco y, casi seguramente, se drogan.

Hay quien trata de construir algo distinto. Un espacio libre donde encontrarse, compartir proyectos, entrar con fuerza y con reivindicaciones propias en la vida política del país, sin dejarse usar por las grandes siglas.

Desde los años '90 existen los "centros sociales", lugares de reunión y de organización para los jóvenes desde 15 años a 30 y pico, heterogéneos, con historias distintas pero dos cosas en común: la ocupación de un espacio abandonado (fábrica, galpón, edificio público) y la autogestión de ese espacio.

La vida en estos centros sociales pasa por el conflicto (con las instituciones, con los vecinos, con los dueños del lugar), la organización de eventos culturales, artísticos y de autofinanciamento (algunos artistas hoy afirmados, como el premio Oscar Gabriele Salvatores, empezaron sus carreras en los centros sociales) y la actividad política-social (inmigración, antirracismo, antifascismo, antiprohibicionismo, anticopyright, lucha al trabajo precario).

El actor Bebo Storti editó un documental sobre algunos centros sociales de Lombardía, que está disponible para bajar en su sitio. Consiste en una serie de reportajes a miembros de distintos centros de Bérgamo, Brescia, Milán, Cremona, Pavía y Sondrio, y algunas escenas de una manifestación en Varese. Estático, casi todas las imágenes reproducen a los entrevistados hablando, por lo que será difícil de apreciar a quien no entienda italiano. Óptima la columna sonora del grupo Assalti Frontali.

Aquí un trailer en YouTube:



Protagonistas en el G8 de Génova del 2001, los centros sociales fueron duramente golpeados después del desastre político de la manifestación de Milán del 11 de marzo del 2006, cuando sobre un mayúsculo error táctico de algunos manifestantes se monta una campaña de demonización del movimiento a la vigilia de la elección del intendente de Milán. Los centros sociales quedan de frente a la opinión pública como las franjas más violentas e irreducibles de la izquierda italiana.

Este documental intenta barajar y dar de nuevo, recuperando las historias y el porqué de una de las pocas realidades que en Italia resiste a la consigna "dinero-como-sea, consumo, televisión, callate-la-boca-y-no-jodas".

Centro sociales nombrados en el documental:

Pacì Paciana de Bérgamo
Magazzino 47 de Brescia
Dordoni de Cremona
Leoncavallo de Milán
Eterotopia de San Giuliano Milanese
Baraonda de Segrate
Il Barattolo de Pavía
Hasta e Basta de Sóndalo
Street parade Positi-Va en Varese

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre se confunde o se anda pagando "justos por pecadores". Al menos en Italia hay sitios aún donde se pueden reunir jovenes a disfrutar no solo a delinquir o desquiciarse entre vicios varios. No todos ceden a la falta de ideales y es injusto que sitios así desaparezcan en Italia o en cualquier sitio del planeta donde aún haya cosas positivas para crecer como persona y hacer algo por la decadenci de nuestra sociedad.

Saludos!